John Boynton Priestley
(Bradford, 1894 - Londres, 1984)
Narrador, comediógrafo y ensayista inglés. Estudió en Cambridge y empezó muy
joven a escribir artículos y reseñas para periódicos y revistas de la región londinense.
Próximo a la ideología de izquierda -aunque rechazó pertenecer a ninguna
organización política- fue durante un breve período de tiempo propagandista y
diputado del partido laborista.
Escribió
sobre las condiciones de la clase obrera en las zonas deprimidas, sobre el
militarismo y la burocracia, y fue considerado un genuino portavoz de la gente
humilde de su país. Su exuberancia intelectual favoreció un tipo de escritura
intenso y variado, que cultivó géneros como la novela, el teatro, la crítica,
el periodismo, la radio y el cine. Se le reprocha, precisamente, la facilidad y
fecundidad en detrimento de la precisión y la coherencia de sus construcciones
formales, así como una excesiva indulgencia ante el melodrama sentimental.
Inició
su carrera como narrador con Benighted (1927), obra acogida con frialdad
por sus compatriotas, pero de gran éxito en Estados Unidos, donde en seguida se
realizó una adaptación cinematográfica. Su vasta producción narrativa se puede
agrupar en tres partes: las novelas realistas, las de aventuras y espionaje, y
las obras didascálicas.
Sus
principales obras pertenecen al primer grupo: The Good Companions
(1929), su mayor éxito, narra con tono picaresco, las peripecias de una
improvisada compañía de actores de variedades. Este argumento se repetirá en Lost
Empires (1965). En cambio, Angel Pavement (1930) y Bright Day
(1946) están envueltas en un halo de tristeza y melancolía. Consisten,
respectivamente, en la narración de las vicisitudes de una pequeña empresa de
exportación en un Londres cínico y alienante, y la parábola, sin duda
autobiográfica, de un escritor que se introduce en el mundo del cine.
El paso al género teatral, que lo entusiasmó hasta el punto de constituir una
empresa de producción propia, estuvo marcado por el fracaso inicial, pero con
el tiempo derivó hasta el éxito internacional gracias a Dangerous Corner
(1932). Le siguieron más de cincuenta títulos que revelan su consumada
pericia como dramaturgo. La innovación fundamental del autor se dio en su
dramaturgia, sobre todo en piezas como El tiempo y los Conway y Yo
estuve aquí una vez, influidas por las teorías del filósofo John William
Dunne, que sustentó la idea de varios tiempos que se suceden, creando infinitas
dimensiones temporales, lo que anula la dirección única. Priestley hizo una
lectura personal de Dunne y la aplicó a sus dramas psicológicos para crear
personajes y atmósferas misteriosos.
En El
tiempo y los Conway, por ejemplo, el primer acto ocurre durante la
celebración de un cumpleaños; el segundo muchos años después con las mismas
personas (excepto la homenajeada, que ya ha muerto) y en el tercero se regresa
a la fiesta: la ausencia de la homenajeada crea un vacío. Otra de sus piezas
conocidas es Llama un inspector (1946), que trata sobre la investigación
policial de un suicidio en un contexto en el que se analizan las diferencias
sociales. Está ambientada en Brumley, una ciudad industrial de North Milands, y
protagonizada por una familia de clase alta.
El aporte
principal de J. B. Priestley a la literatura es el uso combinado del tiempo
psicológico y el tiempo histórico pendular, que produce un efecto de
extrañamiento. Por estas características, en ocasiones sus obras de teatro se
han catalogado e incluido en antologías de literatura fantástica. Durante la
guerra, John Priestley adquirió gran popularidad gracias a su programa de radio
"Los proscritos del domingo por la noche". Entre sus ensayos destacan
Literatura and the Western Man (1961) y El hombre y el tiempo
(1965).
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